El caso del INE es realmente muy grave para el país. Me parecen fascinantes las palabras de las autoridades, parecían y aun tratan de mostrar un Chile perfecto, casi desarrollado y sin ningún problema, pero no se dan cuenta del daño que le hacen a toda una sociedad, quien es el responsable, pero la credibilidad y el liderazgo se construye en base a la verdad. Voy a recordar algunas cosas, así es que déjenme que les proporcione un breve resumen de la realidad política de Chile, que nadie quiere escuchar.
Después que el régimen militar que gobernara hasta 1990, Chile ha elegido democráticamente a sus presidentes y ha hecho la transición a una sociedad en la que, en apariencia, la pseudodemocracia prevalece. Hay un resentimiento cada vez mayor por el público en general que muestra que nuestras autoridades del sector público y privado, tanto aquellos en el gobierno, como en la oposición, son grupos bien establecidos de personas que están más interesados en la perpetuación y continuidad del sistema que han creado, más que realmente en atender las necesidades de los más desafortunados del país.
Advertí, en dos columnas anteriores, que teníamos que pedir una segunda opinión, porque lo que aquí se decía no cuadraba. En los últimos años el país ha sido testigo de grandes escándalos relacionados con la corrupción, sólo para descubrir que después de grandes protestas públicas, por parte de los políticos de todos los colores, nada realmente sucede. Ni siquiera mencionar los escándalos en el sector privado como el de «La Polar», Johnson`s, Cencosud, por decir algunos casos. Ahora con el INE es casi imposible recuperar la confianza que esa institución tuvo en el pasado.
Sin embargo, como es el deseo de los ciudadanos una nueva forma de hacer las cosas, libre de corrupción y otros malos hábitos que se han vuelto comunes en nuestro sistema establecido, la gente busca un sistema libre de compromisos con los grupos económicos y de los poderes políticos que gobiernan el país, especialmente si no han evolucionado con las normas éticas que deben prevalecer en el tercer milenio.
La educación, el sistema financiero, la salud, se solucionan con solo regular y fiscalizar, pero todos dicen que no tienen atribuciones. Chile no está solo en el mundo con este tipo de problemas. Vale la pena mencionar, y en línea con la hipótesis de que el mundo está buscando un cambio, una forma de salir de esto, ya que nadie puede hacer nada al respecto, es la iniciativa de la Premio Nobel Prof. Dr. Muhammad Yunus, que está promoviendo en todo el mundo con los «Negocios Sociales» como un nuevo paradigma en la humanización de la sociedad. Justicia social y económica, condiciones justas y oportunidades para competir en el sistema económico con protección de los derechos humanos a los abusos que el sistema económico y político está creando.

Bernardo Javalquinto